hacía rato que tenía ganas de ver y no sabía dónde más de tus dibujos, desde la muestra en: "la biblio de conce" pensé: por la tardanza en aceptar porque no se anima o algo así esta ninia no debe mostrar sus dibujos mucho
Una amiga mía dice, y lo dice desde enriquetta, "eso es lo bueno de algunas personas, te prestan un rato su imaginación para que agrandes la tuya". Lo dice de mis dibujos y yo por ella lo digo de los tuyos.
Porque mi papá dice que comprarles un buen vino es como darle margaritas a los chanchos. Lo meten al freezer y después compran uno de dosconcuarentaicinco y dicen que es Patero y no se lavan los pies en las uvas, ni en bidet ni en fuente de mayo. Echan hedor la mayoría del tiempo y cuando no, compran margaritas para masticar a ver si les quitan el mal aliento y los pétalos se les quedan encastrados en las muelas, ma qué torno ni qué torno m’hijo, dame un cacho de pan que muerdo, o una manzana, que a mi primo el menor le bajamos todos los dientes con eso. Comé, comé, comé. Hincale el diente Juancito, dale nomás que no tiene gusanos, porque son de las buenas, de Río Negro, como el buen vino.
Porque la vieja de la vieja fue bibliotecaria: deidad protectora de la ciencia y de las artes. No toques nena ¡no toqués! andá a dormir, que eso te toca, como a los chanchos en primavera, si las estrellas no saben ni pueden mirar.
(Hoy la foto de ella encima del aparador, su esfumado celestial, el cachete rosado por la acuarela, una poesía en el iris: chiquitito se lee que se casó con un chancho)
Del barro venimos y al barro volvemos.
Porque del otro lado de la sangre vienen todos del campo. Los malvones les llegan a la cintura. De chica yo los creía tréboles. Cuando encontraba un cuatro-hojas esperaba paciente al duende irlandés y pelirrojo (irlandesa yo?) pa' que me traiga suerte. Hasta que los malvones dejaron de crecer cerca del molino: ni lluvia, nada.
La abuela decía ya va a crecer y acomodaba la bosta con sus manos. No sabés con caca qué bien crecen las plantas. Las margaritas a la caca la mastican bien, se ve.
Porque la chancha del vecino saltaba el alambrado y se metía en la finca. La chancha y once chanchitos. Ancha de caderas y de corazón les daba teta dale que dale y los gordos pasaban al patio, se comían los tréboles, y los duendes pelirrojos e irlandeses y, a veces, también, una foto en blanco y negro.
Porque las musas son nueve como el día del año en que nací y nunca me inspiraron. Por eso.
6 comentarios:
ya te dije, es una casatta dibujada. mmmm.que rico.
igual ahora lo que se me está antojando es chocolate en rama.
no?
ideal para estos días de frio.
ey! el otro día encontré www.344design.typepad.com, hace una ilustración por día, y cuando menos es curioso. por si te interesa y eso!
hacía rato que tenía ganas de ver
y no sabía dónde
más de tus dibujos,
desde la muestra en:
"la biblio de conce"
pensé:
por la tardanza en aceptar
porque no se anima o algo así
esta ninia no debe mostrar sus
dibujos
mucho
pero lo encontré
(la internés da para todo)
salúd
cada vez q entro me sorprendo mas
y recien lei tus peliculas y libros, y todo mas que bien
me gustan mucho tus dibujos, ánimo tienes mucho que decir
Una amiga mía dice, y lo dice desde enriquetta, "eso es lo bueno de algunas personas, te prestan un rato su imaginación para que agrandes la tuya". Lo dice de mis dibujos y yo por ella lo digo de los tuyos.
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